Dra. Trinidad Saldivar

Cardióloga Internista / Ecocardiografísta

Vocal SODOCARDIO

Lunes 1 de abril 2022



Tras el brote de una enfermedad por un nuevo coronavirus (COVID-19) que se produjo en Wuhan, en China, se ha registrado una rápida propagación a escala comunitaria, regional e internacional, con un aumento exponencial del número de casos y muertes. El 30 de enero del 2020, el Director General de la OMS declaró que el brote de COVID-19 era una emergencia de salud pública de importancia internacional y desde entonces hoy dia continua la batalla en contra de esta debastadora enfermedad.

El primer caso en la Región de las Américas se confirmó en Estados Unidos el 20 de enero del 2020, y Brasil notificó el primer caso en América Latina y el Caribe el 26 de febrero del 2020. Desde entonces, la COVID 19 se ha propagado a los 54 países y territorios de la Región de las Américas. Los efectos de la COVID-19 sobre los pulmones son bien conocidos, pero a medida que continúa la pandemia, hay más información respecto a la función del virus llamado SARS-CoV-2 sobre el corazón.

El sistema cardiovascular se ve ampliamente afectado por la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo. Tanto la infección viral directa como la lesión indirecta resultante de la inflamación, la activación endotelial y la trombosis microvascular ocurren en el contexto de la enfermedad por coronavirus 2019.

Los pacientes con COVID-19 tienen un aumento en el riesgo de infarto agudo del miocardio, miocarditis, insuficiencia cardiaca, choque, arritmias y muerte súbita, en relación con la respuesta sistémica al virus y a los tratamientos necesarios en la fase aguda. Lo que determina la extensión de la lesión cardiovascular es la cantidad de inóculo viral, la magnitud de la respuesta inmune del huésped y la presencia de comorbilidades. Los pacientes con afeccion cardiovascular son generalmente mayores y tienen una mayor prevalencia de hipertensión, diabetes mellitus, arteriopatía coronaria e insuficiencia cardíaca que aquellos con niveles normales de troponina. La lesión miocárdica se asocia con una mayor necesidad de soporte ventilatorio mecánico y una mayor mortalidad hospitalaria, se puede detectar en 25% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 y se asocia con un mayor riesgo de mortalidad.

Los mecanismos descritos de lesión miocárdica en pacientes con COVID-19 incluyen desequilibrio entre el suministro y la demanda de oxígeno, invasión viral directa del miocardio, inflamación, ruptura de la placa coronaria con infarto agudo de miocardio, trombosis microvascular y estrés adrenérgico.

 

Dentro de las afecciones  cardiovasculares asociadas a la COVID 19 podemos citar:

 1.  Síndromes coronarios agudos (infarto de miocardio tipo 1 que es el causado por enfermedad aterosclerótica con ruptura de la placa y tipo 2  que es resultante de un desequilibrio entre el suministro y la demanda de oxígeno del miocardio).

2. Muerte prehospitalaria en ECV (IM tipo 3 en donde la  sospecha de IM sin la capacidad de obtener la confirmación de biomarcadores se denomina IM tipo 3).

3.  Lesión miocárdica resultante de una inflamación sistémica severa: es una causa postulada de lesión miocárdica en los casos de COVID-19, que puede dar al traste con insuficiencia cardíaca que ocurre cuando el músculo cardíaco no bombea la sangre tan bien como debería. Ademas se han descrito otras afecciones como Takotsubo o miocardiopatía inducida por estrés el cual es otro mecanismo potencial de lesión miocárdica en el contexto de COVID-19. La incidencia precisa de miocarditis aguda confirmada en el momento de la infección sintomática por COVID-19 actualmente no está clara.

4. Enfermedad tromboembólica y vascular pulmonar: la incidencia acumulada de embolia pulmonar aguda, trombosis venosa profunda, accidente cerebrovascular isquémico, IM o embolia arterial sistémica se ha registrado cerca del 31 %.

5. Manifestaciones arrítmicas de COVID-19: su incidencia se situa desde 7 a 44%, dependiendo de la afeccion.

Conclusiones

El sistema cardiovascular está ampliamente lesionado por la infección por SARS-CoV-2.  El impacto persistente que la activación endotelial, la hipercoagulabilidad, la trombosis microvascular y la lesión miocárdica tendrán en el estado funcional y la calidad de vida del paciente a largo plazo son igualmente desconocidos y justifican una mayor investigación en estudios de seguimiento longitudinal, sin embargo motivamos a la poblaciòn a continuar con las medidas preventivas, sobre todo aquellos pacientes vulnerables.